Las Comunidades Cristianas de Base de Masaya y de la Cuarta Región de Nicaragua, saludamos el 30 Aniversario de la Revolución Popular Sandinista sintiendo muy de cerca al hermano pueblo de Honduras, seguros de que la grave crisis por la que atraviesa y la sangre ya derramada por la represión militar, son motivos de esperanza, se convierten en una privilegiada oportunidad para despertar, cohesionarse como pueblo, promover una masiva toma de conciencia, levantarse para conquistar una democracia participativa, apropiarse de su ciudadanía y reivindicar sus derechos humanos sin restricción alguna, en justicia y equidad. Por todo ello también nosotros y nosotras luchamos, con el hermano pueblo de Honduras caminamos y le compartimos nuestra reflexión.
Cada pueblo escribe su propia Biblia y así como el pueblo de Israel se liberó de las garras del Faraón Egipcio y llegó hasta la tierra prometida, así hace 30 años que el pueblo de Nicaragua pasó de la esclavitud somocista a la liberación, en un proceso que fue abonado por la sangre de muchos hombres y mujeres heróicas que se comprometieron con la justa causa de construir un nuevo modelo de vida social más igualitaria y solidaria, en donde todos y todas tuviéramos cabida, con más oportunidades de estudio, salud, vivienda, trabajo, derecho a la tierra y a los medios de producción. En síntesis fue una revolución para los pobres y desde los pobres, a la que contribuyeron una gran mayoría de cristianos y cristianas, como el sacerdote Gaspar García Laviana, caído en combate.
Durante estos treinta años, al igual que en la parábola evangélica del sembrador, unas semillas revolucionarias cayeron en tierra pedregosa y poco a poco se fueron secando y ahogando entre las adversidades del sistema neoliberal imperante, individualista, en donde unos pocos se han enriquecido más y muchos se han empobrecido aún más. En otros casos, la semilla cayó en tierra llena de cizaña y sus frutos fueron el oportunismo, la corrupción, el enriquecimiento por usura a través de los famosos banquitos, la violencia machista, el abandono de los ideales revolucionarios y de la conciencia de pueblo.
Hay que decir que buena parte de la semilla cayó en tierra fértil y durante 30 años ha ido madurando y actualizando una conciencia revolucionaria que va dando frutos.
ASÍ, LA PERSONA REVOLUCIONARIA EL DÍA DE HOY:
- Es una persona comprometida en luchar por la vida a partir del análisis de la realidad de su comunidad, de su municipio, de Nicaragua y del mundo, participando activamente, haciendo aportes y propuestas constructivas.
- No es una persona fanática, sino más bien una persona ejemplar, sensible, coherente, que no busca egoístamente el interés personal, ni partidario, sino que se identifica con la causa de la mayoría empobrecida y con los derechos humanos de todos los sectores sociales más excluidos y discriminados por la sociedad.
- No tiene miedo al compromiso, ni a las consecuencias de la denuncia de las injusticias.
- Es una persona que está en continuo cambio y crecimiento personal.
- Es una persona que siempre comparte sus bienes y su vida, que hace de la solidaridad su práctica cotidiana.
- Es una persona que jamás se vende por nada ni ante nadie, por lo tanto no es persona corrupta.
- La persona revolucionaria siempre está luchando para que todos y todas tengan una vida digna, en igualdad, con equidad, sin discriminar o menospreciar a la gente por razones de sexo o de opciones sexuales, de religión, ideología, discapacidad, color de la piel, forma de vestir, ni cualquier otra razón.
- La persona revolucionaría es honesta y transparente, humilde y apegada siempre a la verdad, coherente entre lo que dice y lo que hace, en público y en privado.
También con el paso de estos 30 años y en tierra fértil, hemos crecido en conciencia y autoestima, en conocimientos y en la comprensión de que UN GOBIERNO REVOLUCIONARIO EN LA ETAPA ACTUAL se debe caracterizar por:
- Ser coherente entre el discurso y la práctica.
- Debe promover y facilitar la organización del pueblo, pero no sustituirlo.
- Debe ser un gobierno incluyente y no excluyente y con prioridades absolutas a favor de los sectores más empobrecidos, necesitados y discriminados.
- Debe fortalecer la democracia participativa o directa no sólo política, sino también, y sobre todo, económica, cultural y social.
- Debe apoyar y confiar en los movimientos sociales autónomos, de jóvenes alternativos, de mujeres, de cualquier sector que se organice en función de facilitar otro mundo posible, alternativo al capitalismo.
- Debe establecer políticas contundentes para eliminar tanto la pobreza social como la riqueza individual.
- Debe promover y estimular el sector agrario y la soberanía alimentaria, proteger las fuentes de agua y el medio ambiente, impedir la contaminación de la naturaleza, no dejar que los servicios básicos ni las fuentes de energía sean objetos del comercio lucrativo, sino que se dispongan al servicio de la vida de todos y todas.
- Debe desterrar la corrupción, el nepotismo, la concepción del estado-botín.
- Debe ser un gobierno laico.
- Promover en todos los niveles la participación de las mujeres con igualdad y equidad, sin discriminación alguna, con políticas públicas que eliminen la impunidad y la violencia de género.
- Establecer alianzas internacionales con gobiernos y organizaciones que sumen sin temor a la construcción de otro mudo posible, sin neoliberalismo, sin egoísmos, sin machismos.
A 30 años renovamos nuestro compromiso con Dios y con nuestro Pueblo, fortaleciendo una conciencia colectiva, planetaria y una confianza en nuestras capacidades y en nuestro ser interior y, sobre todo estimulando a nuestra gente para que no se quede adormecida ante los vaivenes de la crisis mundial y reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras que está también escribiendo su Biblia con su lucha de liberación.
A 30 años los cristianos y cristianas retomamos el ejemplo de nuestros Héroes y Mártires que al igual que Jesús descubrieron que la plena felicidad es posible si vivimos de manera diferente.
Cada pueblo escribe su propia Biblia y así como el pueblo de Israel se liberó de las garras del Faraón Egipcio y llegó hasta la tierra prometida, así hace 30 años que el pueblo de Nicaragua pasó de la esclavitud somocista a la liberación, en un proceso que fue abonado por la sangre de muchos hombres y mujeres heróicas que se comprometieron con la justa causa de construir un nuevo modelo de vida social más igualitaria y solidaria, en donde todos y todas tuviéramos cabida, con más oportunidades de estudio, salud, vivienda, trabajo, derecho a la tierra y a los medios de producción. En síntesis fue una revolución para los pobres y desde los pobres, a la que contribuyeron una gran mayoría de cristianos y cristianas, como el sacerdote Gaspar García Laviana, caído en combate.
Durante estos treinta años, al igual que en la parábola evangélica del sembrador, unas semillas revolucionarias cayeron en tierra pedregosa y poco a poco se fueron secando y ahogando entre las adversidades del sistema neoliberal imperante, individualista, en donde unos pocos se han enriquecido más y muchos se han empobrecido aún más. En otros casos, la semilla cayó en tierra llena de cizaña y sus frutos fueron el oportunismo, la corrupción, el enriquecimiento por usura a través de los famosos banquitos, la violencia machista, el abandono de los ideales revolucionarios y de la conciencia de pueblo.
Hay que decir que buena parte de la semilla cayó en tierra fértil y durante 30 años ha ido madurando y actualizando una conciencia revolucionaria que va dando frutos.
ASÍ, LA PERSONA REVOLUCIONARIA EL DÍA DE HOY:
- Es una persona comprometida en luchar por la vida a partir del análisis de la realidad de su comunidad, de su municipio, de Nicaragua y del mundo, participando activamente, haciendo aportes y propuestas constructivas.
- No es una persona fanática, sino más bien una persona ejemplar, sensible, coherente, que no busca egoístamente el interés personal, ni partidario, sino que se identifica con la causa de la mayoría empobrecida y con los derechos humanos de todos los sectores sociales más excluidos y discriminados por la sociedad.
- No tiene miedo al compromiso, ni a las consecuencias de la denuncia de las injusticias.
- Es una persona que está en continuo cambio y crecimiento personal.
- Es una persona que siempre comparte sus bienes y su vida, que hace de la solidaridad su práctica cotidiana.
- Es una persona que jamás se vende por nada ni ante nadie, por lo tanto no es persona corrupta.
- La persona revolucionaria siempre está luchando para que todos y todas tengan una vida digna, en igualdad, con equidad, sin discriminar o menospreciar a la gente por razones de sexo o de opciones sexuales, de religión, ideología, discapacidad, color de la piel, forma de vestir, ni cualquier otra razón.
- La persona revolucionaría es honesta y transparente, humilde y apegada siempre a la verdad, coherente entre lo que dice y lo que hace, en público y en privado.
También con el paso de estos 30 años y en tierra fértil, hemos crecido en conciencia y autoestima, en conocimientos y en la comprensión de que UN GOBIERNO REVOLUCIONARIO EN LA ETAPA ACTUAL se debe caracterizar por:
- Ser coherente entre el discurso y la práctica.
- Debe promover y facilitar la organización del pueblo, pero no sustituirlo.
- Debe ser un gobierno incluyente y no excluyente y con prioridades absolutas a favor de los sectores más empobrecidos, necesitados y discriminados.
- Debe fortalecer la democracia participativa o directa no sólo política, sino también, y sobre todo, económica, cultural y social.
- Debe apoyar y confiar en los movimientos sociales autónomos, de jóvenes alternativos, de mujeres, de cualquier sector que se organice en función de facilitar otro mundo posible, alternativo al capitalismo.
- Debe establecer políticas contundentes para eliminar tanto la pobreza social como la riqueza individual.
- Debe promover y estimular el sector agrario y la soberanía alimentaria, proteger las fuentes de agua y el medio ambiente, impedir la contaminación de la naturaleza, no dejar que los servicios básicos ni las fuentes de energía sean objetos del comercio lucrativo, sino que se dispongan al servicio de la vida de todos y todas.
- Debe desterrar la corrupción, el nepotismo, la concepción del estado-botín.
- Debe ser un gobierno laico.
- Promover en todos los niveles la participación de las mujeres con igualdad y equidad, sin discriminación alguna, con políticas públicas que eliminen la impunidad y la violencia de género.
- Establecer alianzas internacionales con gobiernos y organizaciones que sumen sin temor a la construcción de otro mudo posible, sin neoliberalismo, sin egoísmos, sin machismos.
A 30 años renovamos nuestro compromiso con Dios y con nuestro Pueblo, fortaleciendo una conciencia colectiva, planetaria y una confianza en nuestras capacidades y en nuestro ser interior y, sobre todo estimulando a nuestra gente para que no se quede adormecida ante los vaivenes de la crisis mundial y reiteramos nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras que está también escribiendo su Biblia con su lucha de liberación.
A 30 años los cristianos y cristianas retomamos el ejemplo de nuestros Héroes y Mártires que al igual que Jesús descubrieron que la plena felicidad es posible si vivimos de manera diferente.
A 30 AÑOS, ACTUALIZAMOS LA REVOLUCIÓN
VIVIENDO YA OTRO MUNDO POSIBLE
SÓLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO.
ÁNIMO, ADELANTE, DIOS NOS BENDICE.
VIVIENDO YA OTRO MUNDO POSIBLE
SÓLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO.
ÁNIMO, ADELANTE, DIOS NOS BENDICE.
